jueves, 13 de junio de 2013
lunes, 10 de junio de 2013
Cacho
Yo se, que cuando el río
te empezó a quedar lejos
y los remos pesaban demasiado
te vinieron ganas de seguir al Negro,
lo hiciste como siempre,
con risas y a los gritos, inventando sueños
sembrando regocijo por el aire.
Y, una mañana, hoy, con el sol a pleno
dorando el tajamar y tejiendo sombras,
como encajes, sobre el molino viejo,
llenándome los ojos con el paisaje tuyo
que amabas como a Betty y a tus chicos,
a tu pueblo y su gente
te fuiste despacito a buscar una estrella,
un cometa o una canoa azul.
Entonces, el cielo se hizo oscuro
y el río se perdió entre la bruma,
para que nadie notara su tristeza,
pero duró un ratito, unos pocos segundos,
y otra vez la mañana se me llenó de risas,
de todas tus locuras de todas tus historias.
Es bueno que así fuera, porque, a vos,
estoy seguro, amigo, no te hubiera gustado
que me pusiera a llorar.
Julio Luis Aguilar
Villa del Parque 8 de Junio de 2013
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